Rusia advierte que un ataque a la planta iraní de Bushehr podría provocar una "catástrofe similar a Chernóbil"

"Quiero instar a las autoridades israelíes a que se abstengan no sólo de un ataque directo, sino incluso de cualquier insinuación del mismo", dijo Alexei Likhachev a los periodistas en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
Un alto funcionario de Rosatom, la agencia nuclear rusa, dijo que un ataque a la planta de Bushehr, especialmente a su primera unidad generadora, que todavía está activa, causaría una “catástrofe comparable a Chernóbil”, la planta nuclear ucraniana cuyo reactor explotó el 26 de abril de 1986.
La planta de Bushehr se está construyendo con el apoyo de Rosatom y Alexei Likhachev dijo que esperaba que las autoridades israelíes “entiendan la situación y tengan suficiente sentido común para evitar incluso un incidente aleatorio”.
“Según lo que sabemos sobre la estructura de las plantas de enriquecimiento de uranio que fueron atacadas, incluidas las de Natanz, los impactos no dañaron físicamente los talleres subterráneos”, dijo Likhachev.
En Natanz se utilizan más de 10.000 centrifugadoras para enriquecer uranio al 60%, mucho más allá del límite del 3,67% establecido por el acuerdo internacional de 2015 que condujo a la flexibilización de las sanciones contra Teherán a cambio de garantías sobre el carácter pacífico del programa nuclear.
Enriquecido entre un 3% y un 5%, este uranio se utiliza para alimentar centrales nucleares destinadas a la producción de electricidad. Para fabricar una bomba, el enriquecimiento debe alcanzar el 90%.
El director de Rosatom advirtió que “el hecho de que los iraníes hayan ocultado bajo tierra las plantas de enriquecimiento no las aleja completamente de la zona de riesgo”, por lo que “aún existen riesgos de incidentes nucleares”.
Lykhachev indicó que Rusia considera posible mantener a los aproximadamente 600 especialistas que tiene destinados en Bushehr, 250 de los cuales están destinados de forma permanente, según cifras difundidas hoy por el propio presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión con representantes de las principales agencias de noticias internacionales, en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
El 13 de junio, Israel lanzó un ataque contra Irán, afirmando tener información de que Teherán se estaba acercando al “punto de no retorno” para obtener una bomba atómica, bombardeando instalaciones militares y nucleares iraníes y matando a altos líderes militares, científicos y civiles.
Irán, que niega haber construido armas nucleares y reivindica el derecho a enriquecer uranio para desarrollar un programa nuclear civil, respondió lanzando misiles y drones contra varias ciudades israelíes.
Las autoridades de Tel Aviv han admitido que los ataques causaron al menos 24 muertos. Sin embargo, las cifras oficiales de muertos no se han actualizado durante varios días en ninguno de los dos países, y no se ha informado de ningún objetivo militar.







